viernes, 14 de octubre de 2011

LAS HEREJÍAS


Leyendo el comentario de William Barclay sobre Marcos 13 me encontré con un estudio de porque surgen las herejías, que me pareció supremamente interesante y que deja ver algunas de las razones por las cuales nos encontramos con ciertas teologías equivocas.
Los puntos que el esgrime son:
1.- La herejía surge al intentar ser completamente inteligible.- Que explicaciones tan increíbles buscamos solo para enredarnos en nuestros propios argumentos. Decimos, la Trinidad es como el agua que está en tres estados: líquido, sólido y gaseoso, solo para darnos cuenta que eso no explica nada sobre la realidad de operación de cada persona en la Trinidad. Hay cosas que Dios solo puede mostrarnos porque resultan inexplicables para nuestra corta capacidad humana. Lo mismo sucede si usted trata de explicarle física cuántica a un niño de nueve años. Lo raro es que todos creemos en el infinito y ninguno de nosotros lo puede entender con nuestra mente finita, así que,  ya aceptamos conceptos que son inteligibles y que no tienen nada que ver con la fe.
2.- La herejía surge cuando nos divorciamos de la comunión cristiana.- La historia de la Iglesia está llena de páginas negras de hijos de pastores o evangélicos que empezaron sectas al creer que se les había dado una verdad que nadie más entendía. Mantenernos en la comunión cristiana nos ayuda a continuar por el rumbo de la sana doctrina controlándonos unos a otros y entendiendo que a nadie se le da una nueva revelación. Al separarnos de la comunión seremos fácil presa de los errores teológicos que me pueden llevar a pensar que soy un elegido.
3.- Surge de construir una doctrina a gusto de cada uno.- Un profesor mío de universidad me contó como en una iglesia de corte carismático en Venezuela, se había sacado una gigantografía con la foto de la pareja de pastores, porque el Señor le había dicho al pastor que se casara de nuevo con otra persona, y estaban poniendo la foto con su nueva esposa.
En febrero del  año pasado la esposa del pastor Benny Hinn anunció que estaba pidiendo el divorcio a su esposo. Este al principio dijo sentirse sorprendido para luego reconocer que tenían años de vivir separados y lo más incomprensible, anunció que seguiría con su ministerio, porque “nadie le impedirá que siga sirviendo a su Señor y Salvador Jesucristo”.
Estos dos ejemplos nos sirven para mirar hasta donde ha llegado la palabra del líder “ungido” a ser una verdad por encima de la Palabra de Dios, y ya somos nosotros mismos los que dejamos ver que ya no es tan importante ser “esposo de una sola mujer” o que ya el divorcio dejó de ser tan grave como para que la Palabra nos diga que “lo que unió Dios que no lo separe el hombre”.
Qué diferencia con el Dr.James Dobson que en medio de su fama decidió retirarse de dar conferencias por tres años porque sus hijos estaban en una edad que lo necesitaban con ellos. ¿No es eso acaso lo que se exige de personas que son líderes cristianos? ¿No es la familia antes que nuestro ministerio?
4.- La herejía surge de hacer hincapié excesivo en una parte de la verdad.- El ejemplo más claro seria la teología de la Prosperidad, donde se nos ofrece todo tipo de bendición terrenal, se nos ofrece un cristianismo del primer mundo, donde nada nos faltará en términos de economía. Al enfatizar el hecho de que servimos a un Dios bendecidor, nos olvidamos que se nos dice que no recibimos cosas porque pedimos mal para gastar en nuestros deleites (Stg.4:3), y que dice que debemos pedir conforme a su voluntad (1 Jn.5: 14 y 15)  y no dice en ninguna parte que Dios quiere que todos sus hijos sean ricos.
5.- La herejía surge cuando se trata de producir una religión que sea popular y atractiva.- Esto sucede cuando ponemos énfasis en lo holístico, en lo que pasa aquí, como si esto es lo único que existiera. Hemos cambiado lo que es importante y así oímos a pastores decir que lo que desean es dejar a sus hijos millonarios, o que Dios quiere que tengamos una autoestima fuerte. Cosas que hace que la gente se ponga feliz pero que no contribuyen a generar en los creyentes el carácter de Cristo.
La palabra pecado cada vez se aleja más de los pulpitos, ahora son errores y ya no hablamos de arrepentimiento sino de este Dios que quiere que vivamos en Disneylandia. La pregunta que me asalta una y otra vez es: ¿Si Dios realmente diera todas estas bendiciones y nunca la pasáramos mal, querremos irnos al cielo algún día? 

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